La Mezquita de Córdoba

La Mezquita de Córdoba fue mandada a construir por Abderramán I en el año 785, pero su construcción no se vería finalizada hasta finales del siglo X por su descendiente Abderramán III. La mezquita se construyó después de que España fuese conquistada por el imperio islámico de Damasco, debido al gran periodo de expansión de dicho imperio. La familia Omeya  fue destronada por la familia de Bagdag, y aquí llegó su único superviviente, Abderramán I, que se proclamó Emir (título equivalente a príncipe o jefe militar). En este contexto histórico la península estaba bajo el control total de los gobernadores árabes. Éstos dirigían el imperio a su antojo, explotaban a los cristianos y  judíos económicamente y disponían de una gran cantidad de esclavos.

Esta obra arquitectónica representa el poder porque fue construida por seres poderosos que obligaban a los cristianos y a los esclavos hacer lo que ellos querían. Lo único que les importaba era cumplir con sus objetivos y entre ellos estaba el crear lugares de culto para los musulmanes. Esta catedral no se hubiese construido de no haber sido existido el gran poder que los gobernaban de la península tenían en esa época y el gran periodo de expansión del imperio islámico.

Comentario artístico

La Mezquita de Córdoba fue mandada a construir en el año 785 por Abderramán I y es una obra de estilo hispanomusulmán.

La Mezquita de Córdoba es una catedral que se compone de tres partes: el Patio de los Naranjos rodeado de arcos de herradura y naranjos, el alminar y el interior de la catedral, a la que se accede por la puerta de Las Palmas. Justo a la entrada se encuentra el mihrab, una gran cantidad de columnas de mármol y granito sobre las que se apoyan sus característicos arcos de herradura adornados con colores rojos y blancos. El mihrab era el lugar santo donde oraban los musulmanes, señala al Sur y no la de La Meca, porque Abderramán quería que señalase al rio que le llevaba hasta Damasco. El mihrab es una habitación decorada con mármol, estuco y mosaicos sobre fondo de oro y bronce, además de cobre y plata. Cuando el Islam fue destronado de la península por los reyes cristianos, éstos quisieron adecuarla a sus creencias y construyeron una catedral renacentista en el pleno corazón de la mezquita. La característica más notable  del Arte Hispanomusulmán en la mezquita de Córdoba es la utilización de arcos de herradura y medio punto para dar más altura a las sala.

Esta obra simboliza el culto, ya que fue construida para que los musulmanes que había en la península pudiesen orar, adorar a su señor, ya que allí le podían mostrar obediencia y sumisión. También simboliza el poder y esplendor que alcanzó en Córdoba el arte islámico.

Esta obra arquitectónica se fijó en multitud de movimientos artísticos anteriores: y en ella se fijaron para la construcción de otras grandes obras de arte hispanomusulmanas de la península como: la Alhambra de Granada, el  palacio de la Aljafería de Zaragoza, la Torre del Oro, la Giralda de Sevilla y la mezquita Bib-al-Mardum de Toledo.