viernes, 7 de diciembre de 2012



El Busto Colosal de Ramsés II


El Busto de Ramsés II fue mandado a construir por el propio Ramsés alrededor del año 1250 a.c. En este contexto histórico Ramsés II tuvo que hacer frente a varias guerras. Primero, los piratas Shardana intentaron invadir su imperio, ya que pensaron que Ramsés sería más vulnerable y débil que su padre, pero en una batalla naval les derrotó y les hizo prisioneros. El rey hitita pensó lo mismo que los piratas, pero Ramsés II luchó contra el ejército hitita para mantener su imperio y tras la batalla de Kadesh, firmó un tratado de paz con el rey hitita que finalizó con la enemistad  de los siglos anteriores. Solucionados los problemas exteriores, el faraón más famoso de la Historia dedicó su vida a construir enormes templos y bustos en su nombre.
Este busto es una obra que representa el poder como pocas estatuas, ya que el rey de Egipto la mandó construir sin importarle el costé y las vidas que se perdieran en su construcción.  A Ramsés lo único que le importaba era ser recordado por las generaciones futuras y ser considerado el mejor faraón de Egipto. Sus súbditos y  esclavos estaban obligados hacer lo que él les pidiese y por eso, Ramsés les obligó a construir éste y otros Bustos enormes sin importarle nada ni nadie.

Comentario artístico

El Busto colosal de Ramsés II fue construido por orden del propio  faraón alrededor del año 1250 a.c. en el Ramesseum (Tebas). Esta estatua es de arte Egipcio.
El busto colosal de Ramsés II es una estatua que pesa más de siete toneladas y está tallada en una única pieza de granito. Tiene unas dimensiones impresionantes, 2,67 metros de altura x 2 de anchura, en los que se representan el rostro, el torso y las extremidades superiores del faraón. Ramsés II aparece con un tocado característico de los faraones egipcios coronado por una diadema que representa una cobra e inclinando su mirada hacia abajo, para crear un ambiente especial con quienes la observan. Presenta un orificio a la derecha del torso que fue hecho por Napoleón en su expedición a Egipto a fines del s. XVIII con la intención de retirar la estatua del templo de Tebas. Las características más importantes del arte egipcio que se observan en el busto son: es un bulto redondo de grandes dimensiones debido a que se representa a un faraón, está tallada para ser vista de frente y en un único bloque de piedra, su tocado es el más característico de este tipo de esculturas y el faraón aparece con gran rigidez y serenidad. En esta época la escultura egipcia ya empieza a tener rasgos más naturales que en la época arcaica, y por eso, Ramsés aparece con una ligera sonrisa.
El tema de está escultura es la representación de un faraón egipcio que simboliza el gran poder que los faraones tenían y ejercían sobre sus imperios y sus súbditos.
Esta estatua viene precedida de otras muchas estatuas de antiguos faraones. Todos ellos querían perdurar en el tiempo a través de éstas y mostrar al mundo lo fuertes que eran y el poder que tenían. Estas estatuas fueron copiadas a través de los tiempos por otros líderes y gobernantes  con fines parecidos, es decir, para hacer propaganda a su persona y mostrar al mundo su poder.

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