El Busto Colosal de Ramsés II
El Busto de
Ramsés II fue mandado a construir por el propio Ramsés alrededor del año 1250
a.c. En este contexto histórico Ramsés II tuvo que hacer frente a varias
guerras. Primero, los piratas Shardana intentaron invadir su imperio, ya que
pensaron que Ramsés sería más vulnerable y débil que su padre, pero en una
batalla naval les derrotó y les hizo prisioneros. El rey hitita pensó lo mismo
que los piratas, pero Ramsés II luchó contra el ejército hitita para mantener
su imperio y tras la batalla de Kadesh, firmó un tratado de paz con el rey
hitita que finalizó con la enemistad de
los siglos anteriores. Solucionados los problemas exteriores, el faraón más
famoso de la Historia dedicó su vida a construir enormes templos y bustos en su
nombre.
Este busto
es una obra que representa el poder como pocas estatuas, ya que el rey de
Egipto la mandó construir sin importarle el costé y las vidas que se perdieran
en su construcción. A Ramsés lo único
que le importaba era ser recordado por las generaciones futuras y ser
considerado el mejor faraón de Egipto. Sus súbditos y esclavos estaban obligados hacer lo que él
les pidiese y por eso, Ramsés les obligó a construir éste y otros Bustos
enormes sin importarle nada ni nadie.
Comentario
artístico
El Busto
colosal de Ramsés II fue construido por orden del propio faraón alrededor del año 1250 a.c. en el
Ramesseum (Tebas). Esta estatua es de arte Egipcio.
El busto
colosal de Ramsés II es una estatua que pesa más de siete toneladas y está
tallada en una única pieza de granito. Tiene unas dimensiones impresionantes,
2,67 metros de altura x 2 de anchura, en los que se representan el rostro, el
torso y las extremidades superiores del faraón. Ramsés II aparece con un tocado
característico de los faraones egipcios coronado por una diadema que representa
una cobra e inclinando su mirada hacia abajo, para crear un ambiente especial
con quienes la observan. Presenta un orificio a la derecha del torso que fue
hecho por Napoleón en su expedición a Egipto a fines del s. XVIII con la
intención de retirar la estatua del templo de Tebas. Las características más
importantes del arte egipcio que se observan en el busto son: es un bulto
redondo de grandes dimensiones debido a que se representa a un faraón, está
tallada para ser vista de frente y en un único bloque de piedra, su tocado es
el más característico de este tipo de esculturas y el faraón aparece con gran
rigidez y serenidad. En esta época la escultura egipcia ya empieza a tener
rasgos más naturales que en la época arcaica, y por eso, Ramsés aparece con una
ligera sonrisa.
El tema de
está escultura es la representación de un faraón egipcio que simboliza el gran
poder que los faraones tenían y ejercían sobre sus imperios y sus súbditos.
Esta estatua
viene precedida de otras muchas estatuas de antiguos faraones. Todos ellos
querían perdurar en el tiempo a través de éstas y mostrar al mundo lo fuertes
que eran y el poder que tenían. Estas estatuas fueron copiadas a través de los
tiempos por otros líderes y gobernantes
con fines parecidos, es decir, para hacer propaganda a su persona y
mostrar al mundo su poder.
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